Motivación y emoción: hermanas pero no gemelas

La emoción como la motivación, en cuanto que  ambos se tratan de procesos internos referidos a reforzadores, tienen muchas similitudes. En el sentido más elemental  las situaciones o elementos que nos motivan y las que nos emocionan son aquellas que tienen un valor y utilidad desde un punto de vista personal o subjetivo. Es también cierto  que en muchos casos, pero no en todos,  un estado motivacional es también un estado emocional y que ambos pueden provocar tendencias de aproximación o evitación y de  tener propiedades reforzantes. Dicho esto; hay una diferencia clara entre ambos conceptos: los estados motivacionales se activan por la “carencia” de una determinada clase de reforzadores que en su proyección consciente se traduce en la necesidad y el deseo de satisfacerlos por medio de la iniciación de conductas o acciones orientadas a su consecución; es por tanto la iniciación a la acción  un elemento característico de la motivación; En cambio las emociones son reacciones a una serie de estímulos y/o situaciones para volver a un eventual equilibrio perdido.  El concepto de carencia, como digo es la clave para entender la motivación: si resaltamos la capacidad del estado interno para influir sobre la iniciación de las conductas nos referiremos a las funciones motivacionales, por el contrario si nos centramos en la cualidad afectiva del estado interno ( agradable o desagradable), o al modo en que afecta a la conducta expresiva, estaríamos destacando los aspectos o propiedades emocionales de ese estado. Las emociones por otro lado pueden jugar un importante papel como indicadores de la conducta motivada, concretamente las positivas son un indicador de la progresión hacia la meta pero no es papel esencial en la emoción el estudio las sus causas, consecuencias factores e interferencias de la conducta dirigida. La emoción y la motivación  se refieren a estados y procesos que se corresponden con distintos momentos en la secuencia que lleva desde la necesidad y el deseo de una meta hasta su búsqueda y, finalmente el éxito o fracaso de la misma. La motivación tiene que ver con los aspectos prospectivos y direccionales de la conducta, mientras que la emoción se refiere a las reacciones afectivas cambiantes que van surgiendo durante la progresión de la conducta hacia una meta.

Desde el punto de vista de la neurociencia; la emoción ha tenido en estos últimos tiempos un profundo desarrollo en su intento de definir sus diversos componentes (Papez, MacLean) y su relación con la parte racional. Parece que hay acuerdo en afirmar que las emociones humanas son consecuencia de la interacción  entre sistemas cerebrales primitivos (Sistema límbico) y avanzados ( Noecortex, y que permiten funciones superiores como la planificación y la resolución de problemas); son los sistemas subcorticales y corticales  los que intervienen tanto en la emoción como en la motivación; mas en cuanto a la emoción y pese  las diferentes propuestas teóricas todavía no nos permiten entender en su plenitud de que modo el cerebro lleva a cabo las diferentes funciones emocionales, si bien hay algunas teorías bastantes consolidadas como las que entienden el papel fundamental de la amígdala en el miedo y en la ansiedad.

 Sin embargo en 1954 James Olds y Peter Milner descubrieron el sistema de recompensa eléctrica cerebral, (AEC) de importancia capital para conocer las bases del refuerzo y la motivación y el papel de la dopamina en dichos procesos como principal neurotransmisor implicado en los procesos de deseo y recompensa, al igual que en la emoción se encuentra involucrado el cortex prefrontal, mas uno de los elementos diferenciadores es el relevante papel que en el circuito motivacional juega el área tegmental ventral y el núcleo accumbens y cuya estructura y características merecen otro post.

Por si acaso les recomiendo que vayan comiendo algo de chocolate su quieren vivir una vida mas incentivada.

Tomás Soria

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Vicky Lahiguera
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vickylahiguera's Bio

Soy Vicky Lahiguera, Soy Vicky Lahiguera, consultora e instructora certificada y acreditada de Mindfulness, Mindful Self-Compassion, Inteligencia Emocional y Yoga. Apasionada y comprometida con el crecimiento y desarrollo de las personas, tanto el ámbito personal como en el ámbito profesional.
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